¿Cómo evolucionaron los ciberataques en los últimos 10 años?: desafíos emergentes en la ciberseguridad para el 2025
- La sofisticación de los ciberataques impulsados por inteligencia artificial y los riesgos de seguridad en la nube redefinirán las estrategias de protección para el próximo año.
Hace 10 años, los ataques cibernéticos eran menos frecuentes y complejos que los actuales. La rápida adaptación de las amenazas a nuevas tecnologías ha incrementado la sofisticación de los ataques, en comparación con los más simples de hace una década.
La evolución de la IA y la adopción de la nube plantean grandes desafíos en ciberseguridad para 2025. Se destaca que los ciberataques globales crecieron un 75% en el tercer trimestre de 2024 frente al mismo periodo de 2023; por lo que
Particularmente en Guatemala, los ciberataques continúan en aumento. En el último año, los ataques semanales a organizaciones guatemaltecas han crecido un 31.5% en comparación con el año anterior.
“La inteligencia artificial y la nube ofrecen ventajas inmensas, pero también presentan riesgos que no deben subestimarse. Con estrategias adecuadas, las organizaciones pueden anticiparse y enfrentar estas amenazas emergentes”, afirma Eli Faskha, CEO de Soluciones Seguras.
En esa línea, Soluciones Seguras, junto a su partner Check Point Software Technologies, advierten que las amenazas serán más sofisticadas y que las organizaciones deben prepararse para mantenerse seguras en este entorno digital en constante evolución.
Los puntos clave del informe de las predicciones de ciberseguridad 2025 de Check Point incluyen:
Los ataques impulsados por IA aumentarán: Para 2025, los ciberataques impulsados por IA serán más sofisticados y accesibles, incluyendo phishing personalizado, malware adaptable y ataques automatizados, lo que democratizará el cibercrimen y dificultará la seguridad digital.
El futuro del Ransonware: El ransomware será más sofisticado para 2025, usando IA y automatización para ataques precisos. los cibercriminales se enfocarán en cadenas de suministro, causando efectos en cascada en diversas industrias. El phishing seguirá siendo clave, por lo que se nrequiere capacitación y detección avanzada.
Uso indebido de IA aumenta las violaciones de datos: En 2025, la creciente presencia de la IA en entornos personales y profesionales generará preocupaciones sobre su uso inadecuado. El mal uso de herramientas de IA como ChatGPT incrementará el riesgo de filtraciones de datos, obligando a las organizaciones a implementar controles más estrictos para equilibrar los beneficios de la productividad con la protección de la privacidad de los datos
Copilotos del SOC impulsados por IA: Los centros de operaciones de seguridad (SOC) integrarán estos asistentes de IA para gestionar grandes volúmenes de datos, reducir falsos positivos y responder de manera rápida ante amenazas.
Computación cuántica: una amenaza inminente: La computación cuántica amenaza los métodos de cifrado actuales, especialmente en sectores críticos como el financiero y salud. Aunque los ataques cuánticos a gran escala aún están en desarrollo, las empresas deben anticiparse adoptando un cifrado seguro frente a esta tecnología emergente.
Redes sociales como objetivo cibernético: Las redes sociales y la IA generativa permitirán a los cibercriminales realizar suplantaciones de identidad y estafas sofisticadas, en particular en plataformas profesionales. Los delincuentes utilizarán la IA para imitar el comportamiento, la apariencia y la voz de las personas, lo que dificultará distinguir entre interacciones reales y artificiales.
Evolución del rol del CISO: Los CISO tendrán que gestionar no solo la ciberseguridad, sino también los riesgos tecnológicos y de IA, uniendo cada vez más sus funciones con las del CIO en un liderazgo integral de riesgos.
Evolución de la seguridad en la nube e IOT: La seguridad en la nube enfrentará mayores desafíos debido a la integración de la IA y la expansión de IoT. Los atacantes usarán IA para automatizar infracciones, lo que obligará a las empresas a adoptar estrategias preventivas. Además, el crecimiento de IoT demandará almacenamiento en la nube más escalable y seguro, capaz de manejar grandes volúmenes de datos y ofrecer procesamiento en tiempo real, gestión centralizada y mayor eficiencia económica.