Por Marolen Martínez
Hoy, caminando por una avenida de zona 14, me encontré con esta valla puesta por la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata ded Personas. Lamentablemente, pasa desapercibida tanto por el tránsito como por los peatones, ya que está medio cubierta por una construcción.
Según OSAR de enero a octubre de este año 1801 niñas MENORES DE 14 AÑOS se convirtieron en madres; esto en 304 días, es decir 6 niñas por día; sin hablar del dato específico entre 15 y 18 años.
En lo personal he venido hablando de está problemática nacional, porque de ser objetivos, no podremos mejorar los índices de competitividad, productividad, educación y desnutrición si seguimos teniendo ese terrible número de niñas convirtiéndose en madre, pues trunca su vida en educación, ni hablar de la desnutrición de sus bebés y qué decir de la productividad y competitividad que puedan alcanzar para crear una mejor vida para ellas y sus hijos.
Como cada año, el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer marca el comienzo de la Campaña Únetede la ONU, 16 días de activismo (25 nov-10 dic) que concluyen coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Este año, el tema 2024 es «Cada 10 minutos una mujer es asesinada. #NoHayExcusa. ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres» y tiene como objetivo movilizar a todos los miembros de la sociedad ante una alarmante escalada de la violencia contra las mujeres, así como revitalizar los compromisos y exigir responsabilidad y medidas concretas a los responsables de la toma de decisiones.
Los 16 Días de Activismo son una oportunidad para revitalizar los compromisos y exigir responsabilidad y medidas concretas a los responsables de la toma de decisiones, de cara al próximo 30.º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en 2025, una hoja de ruta visionaria para lograr la igualdad de género y los derechos de las mujeres y las niñas en todo el mundo.
La violencia impacta la salud física, sexual y psicológica de las mujeres en todas las etapas de su vida, afectando su educación, empleo y oportunidades. Algunas mujeres y niñas, como aquellas en situación de vulnerabilidad o crisis humanitarias, migrantes, indígenas o con discapacidades, enfrentan mayor riesgo.
La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para la igualdad, el desarrollo y la paz, así como para el respeto de los derechos humanos. Estoy convencida que más allá de campañas debemos ser generadoras de acciones de cambio y para ello debemos participar, involucrarnos y mejor aún, “comprometernos” en marcar la diferencia en nuestro entorno en la vida de niñas y adolescentes.
La mayoría de los embarazos adolescentes no son deseados o planificados y el riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo, parto y postparto se duplica si las niñas se quedan embarazadas antes de los 15 años. El embarazo precoz no solo afecta a nivel físico, sino que también tiene profundas consecuencias psicológicas y sociales.
En ese sentido y junto a las marcas, Kotex y Mujeres BAC que en este 2024 se sumaron a que llegáramos a las manos de miles de adolescentes, estamos convencidas que debemos seguir trabajando en este sentido para empoderarlas desde las emociones, actitudes y por ende sus acciones para que puedan trazar un futuro de diferente; empoderarlas emocionalmente y fortalecer su autoestima a través de un libro las puede liberar de situaciones vulnerables.
Una niña empoderada desde una sana autoestima puede transformar su futuro. Creemos que para enfrentar el problema de los embarazos adolescentes es esencial atacar sus causas de raíz. Para abordar estos desafíos y defender los derechos de las mujeres en nuestro país, contamos con una herramienta sumamente poderosa: la educación y la sensibilización.
Cuando hablamos de educación para prevenir los embarazos adolescentes, también nos referimos al acceso a la educación misma. Está demostrado que la escuela es un factor protector clave frente a estas vulneraciones. La escolarización permite a las niñas y adolescentes conocer sus derechos, reivindicarlos, y prepararse para un futuro con mejores oportunidades laborales y personales. La educación y la formación integral cambia vidas.
Confío que, en el 2025, seguiremos impactando y transformando la vida de miles de niñas y adolescentes, porque #JuntasInvenciblesparaadolescentes