¿Existe una relación entre mi imagen y mi autoestima?
Hoy como todas las mañanas, Luisa se encuentra frente al espejo, cada día se pregunta qué imagen quiere proyectar y es así como elige los accesorios, colores, maquillaje, peinado y prendas a utilizar. Cada vez, se le hace más difícil sentirse totalmente a gusto con su elección.
Luisa es de las chicas que, corta su cabello, lo tiñe de diferentes colores, cambia de estilo de peinados, compra vestuario y maquillaje tan seguido como puede, pues desea proyectar una imagen de mujer segura, feliz y exitosa, sin embargo, le era difícil responderse por qué a pesar de verse tan atractiva frente al espejo, no lograba sentir todo eso que deseaba.
En el fondo, Luisa sabía que internamente tenía un vacío que nada podía llenar y que su constante preocupación por su apariencia únicamente respondía al deseo de querer tapar sus inseguridades y heridas más profundas.
La historia de Luisa se repite diariamente en muchas personas, que tienen un serio conflicto en aceptar lo que sienten y desean, con lo que proyectan, es una lucha constante entre la imagen que quiero mostrar y las heridas emocionales que consciente o inconscientemente me esfuerzo por esconder.
¿Existe una relación entre mi imagen y mi autoestima?
Lo que consideramos que puede ser un simple gusto por vestir de cierta forma, puede estar vinculado a heridas emocionales, inseguridades, miedos, traumas o experiencias desagradables que hemos vivido, sobre todo en la infancia, debido a situaciones o vivencias que fueron percibidas como dolorosas o amenazantes. Por ejemplo, una persona que siempre fue señalada por su constitución física puede mostrar preferencia por utilizar vestimenta que cubra la mayor parte de su cuerpo, o alguien que no acepta sus facciones, puede recurrir a capas de maquillaje para cubrir o modificar sus “imperfecciones”.
Además, es importante mencionar que, debido a dichas heridas, vamos utilizando “máscaras” como mecanismos de protección, si bien estas máscaras nos permiten defendernos ante el mundo, perjudican nuestra autoestima y bienestar general.
Nuestras heridas emocionales pueden influir en la percepción que tenemos de nosotros mismos, creando una constante preocupación por nuestra apariencia, para convencernos de algo que evidentemente no sentimos, siendo el caso de Luisa, quien necesitaba recurrir con frecuencia al salón de belleza o a los centros comerciales para hacer cambios externos en una búsqueda inconsciente de querer sentirse a gusto consigo misma. Aclaro que, en ningún momento ir al salón o consentirte comprándote lo que deseas está mal, solo si esto ayuda a sentirte mejor por amor propio y no por apariencia.
Algunas veces hemos experimentado cambios de imagen repentinos, en nuestro deseo de mostrar que estamos renovadas y deseosas de un mejor futuro y este debe ser el resultado de un cambio interno. Muchas personas han descubierto, sin buscarlo, que al trabajar en sanar todo eso que les lastima, les ha generado mayor confianza en sí mismas, un semblante más relajado y luminoso y se sienten auténticas, sin miedo a mostrarse como son, expresando sus verdaderos gustos y deseos. Ya pueden utilizar esa blusa con escote, sin temor al qué dirán.
Toda transformación interna, será reflejada al otro lado del espejo.
Romper con este círculo de apariencia, requiere de valentía, puedes empezar con una mentalidad positiva y de aceptación, reconociendo la belleza natural que hay en ti al verte al espejo, también, adquiriendo hábitos de autocuidado, buscando lo que te favorece o asistiendo a terapias psicológicas si lo consideras necesario. La relación de la imagen que proyectamos y la autoestima es una realidad que, al ser aceptada y transformada, puede permitir que nos mostremos como esa persona feliz y plena que siempre hemos querido ser.
Aceptar quiénes somos y sentirnos orgullosas de eso, es un acto liberador que vale la pena vivir para proyectarnos auténticas, para que nuestra imagen sea un reflejo fiel de nuestra autoestima.
Lcda. Karen González, Psicóloga Clínica – CliniK Mente Psicología – Tel. 5525-0022 /4214-4380 – clinikmentepsicologia@gmail.com
Desbloqueando miedos, construyendo sueños.