Mi Viaje con «Juntas Invencibles»
Estaba distraída pensando en ciertos problemas de mi hogar, esperando una solución. Mis pensamientos fueron interrumpidos y decidí darme la oportunidad de un momento de paz. De repente, vi ese libro de un color muy atractivo (uno de mis colores favoritos) y no pensé que sería mi primer paso hacia la paz y el éxito.
El libro me pareció…
Poderoso e inspirador, una verdadera manifestación. Necesitaba escuchar esas palabras. Este libro siempre me recuerda que Dios me puso aquí por algo más grande; es justamente lo que necesitaba para ordenar mis pensamientos.
Como adolescente y persona joven, siempre se me ha dicho que me rebele contra el sistema. Pero, ¿qué o quién es realmente el sistema? En la página 21, se menciona “Sé un rebelde de corazón”. ¿Cuál es el punto de la adolescencia si no eres rebelde? Diría que la rebeldía es el proceso de buscar una voz y opinión, una manera de ser escuchados. Somos jóvenes y no sabemos cómo buscar esa atención, por ende, recurrimos a la rebeldía.
También debo resaltar lo interactivo del libro. Esas ansias de seguir girando la hoja, es como tener las respuestas de la vida en un bloque de hojas. Es sincero y real sin la necesidad de ser brusco, una ayuda para sanar a muchas niñas.
¿En qué me beneficio?
Algo que se me ha dicho toda la vida es: “La apariencia no importa, sino lo de adentro”. A ser sincera, en vez de ayudarme, me hizo sentir aún más insegura de lo que ya era. Me hacía sentir que nadie me percibía como atractiva. Sin embargo, empecé a arreglarme y a usar esa carta de feminidad. Las personas comenzaron a tomarme en serio y a escucharme. La apariencia sí importa, aunque no deberíamos asumir cosas de una persona por su apariencia.
En la página 127, se menciona: “El amor verdadero nunca te cortará las alas”. No solo yo, sino muchísimas niñas necesitan escuchar esto. Solemos guiarnos por palabras extremadamente vacías y regresar a personas que nos fallan una y otra vez. Creo fielmente que esto se debe a la falta de atención en el hogar, especialmente para quienes no tenemos papá, los famosos “Daddy issues” (incluyéndome). Se culpa a muchas niñas de ser promiscuas, pero si su familia no les da esa atención de manera sana, alguien más lo hará.
En la página 131, se menciona: “Haz lo que debas hacer, no lo que quieras hacer”. La pereza o falta de motivación es algo con lo que me ha costado lidiar casi toda mi vida. Empecé a escuchar tanto a mi mente como a mi corazón y me ha ido mucho mejor. Una frase que complementa esto es: “Siéntete cómoda en lo incómodo”. Se refiere a que la vida está llena de cambios y hay que aprender a movilizarse, ser felices y tener paz en este proceso.
También he comprendido que debo dejar el pasado atrás y construir un mejor futuro, empezar a ser mi mejor versión. Una vez leí que para poder ser tu mejor versión posible debes construir tu alter ego, y eso hice. Ahora soy más feliz.
¿Cómo transformó mi percepción de mí misma?
En una parte del libro se resalta la importancia de no fingir ser alguien que no soy. He dejado de fingir y mentir, aunque aún no tengo ni idea de quién soy. He absorbido tantas personalidades distintas que siento que me he perdido en el proceso. Mi familia siempre me había resaltado mi arrogancia y falta de empatía. A ser sincera, me rehusaba a hacerles caso. Mi percepción de mí misma me cegó. Poco a poco, me di cuenta del daño que le hacía a las personas y de que lo que hacía estaba mal. Hice muchas cosas mal, supongo que lo hacía como un mecanismo de defensa. Nadie me hizo sentir importante, así que yo me hice sentir importante a mí misma.
En la página 75, se menciona: “Suceden cambios paralelos dentro de ti. Todo comienza a ajustarse en un nuevo traje”. Diría que esto puede ser percibido de dos maneras:
- Que todo cambia para bien.
- Que ciertas circunstancias se adaptan a ti de manera incómoda.
El segundo siento que se adapta más a mí. Empecé a verme de una manera más cruda, más… ¿real? No voy a mentir, este proceso es muy confuso y doloroso, pero también muy liberador. Ahora aprendí dos cosas: que no solo importa mi apariencia, sino también mi actitud hacia la vida, y que también puede ser mi culpa. Me perdono, aprendo y sigo adelante. Está bien sentirme perdida siempre y cuando siga caminando. Perdonarme a mí y a quienes me hicieron fría e indiferente fue mi cambio de perspectiva.
¿Qué herramientas he aprendido?
- Cuidar mi carta de feminidad.
- Sanar y dejar ir.
- No olvidar el pasado, sino sentirlo con todo hasta que ya no me duela más.
- Enfrentar todo lo que me quita la paz.
- “Mientras más grande lo sueñas, más lo irradias”, básicamente a manifestar.
- Comunicación y confianza.
- Escuchar mi subconsciente.
- Mantener una actitud abierta e interés genuino.
- Ser agradecida.
¿Cómo lo aplico en mi día a día?
Lo aplico poco a poco y pierdo mi miedo de ser vista (o quizás el miedo de NO ser vista). Como mencioné en las herramientas, cuido mi imagen, me respeto y limpio mis heridas. No tengo miedo de volver a ser vulnerable.
Conclusión
“Sé digna y haz valer tu papel protagonista, sobre todo, lo grande que ha existido; ser mujer no se nace, se hace con determinación y comprendiendo la importancia de ser mujer.”
“No hay nadie que prefiera ser que yo.”
En fin, muchísimas gracias, Marolen, por esta hermosa oportunidad de llevar a la luz mi potencial como escritora. Manifiesto… Te veo en la radio, revista y a donde me lleve mi éxito.