El reto de la INTERGENERACIONALIDAD
En la actualidad, el tema de la intergeneracionalidad está en auge dentro de las organizaciones. Según expertos, este fenómeno se debe al aumento de la longevidad gracias a los avances en medicina, lo que permite que las personas mayores se mantengan activas hasta edades más avanzadas. Como resultado, conviven más generaciones en las organizaciones que en épocas anteriores.
Se han destacado numerosas diferencias entre las generaciones debido a diversas corrientes de pensamiento desde que los millennials comenzaron a incorporarse al mundo laboral. En la actualidad, surge la pregunta de si esta información repetida ha tenido un impacto significativo debido a las etiquetas que se han asignado a cada generación. Este impacto se manifiesta en los prejuicios que tanto líderes como miembros de diferentes generaciones tienen hacia los demás, lo cual afecta la colaboración en equipo.
A continuación, un breve resumen de lo que hasta el día de hoy se ha dicho de cada una de las generaciones que actualmente conviven en las organizaciones:
- La generación baby boomer, 1950 a 1970. La generación que lo empezó todo. La motivación profesional de esta generación, es encontrar estabilidad laboral y seguridad en su entorno profesional.
- La generación X, Jones, 1970 a 1982. La generación que gana en experiencia. No temen los cambios extrínsecos a ellos, incluidos aquellos del entorno laboral. Saben adaptarse eficientemente a un cambio de dirección, de filosofía empresarial o de modelo de negocio.
- La generación Y, Millennials, 1982 a 1996. La generación que necesita tener voz. Buscan un trabajo donde puedan tener voz, y se tengan en cuenta sus circunstancias personales.
- La generación Z, Centennials o Nativos digitales, 1997 a 2010. La generación que busca flexibilidad. Han demostrado grandes capacidades para trabajar en equipo, y una preocupación por la responsabilidad social de las empresas.
En la actualidad, están surgiendo empresas de emprendimiento multigeneracionales que experimentan un gran éxito debido a la diversidad de conocimientos y habilidades. El enfoque se centra en lo que cada individuo aporta, en lugar de enfocarse en las diferencias que los separan. Este enfoque es crucial en las empresas actuales y debe ser adoptado por los líderes para superar prejuicios y fomentar un trabajo en equipo donde se valoren los aportes y los valores de cada miembro. En lugar de etiquetar a las personas por su edad y enmarcarlas dentro de una descripción fría y generalizada, debemos descubrir su esencia y los valores que aportan al equipo.
En Potenza estamos trabajando con algunos equipos que nos han permitido acercarnos y desarrollar a sus líderes e integrantes de equipos con la finalidad de superar esas creencias arraigadas sobre las generaciones. Es emocionante ver cómo cada líder va descubriendo y derribando las creencias que hasta el momento se le han inculcado, sobre los patrones y comportamientos de cada generación para llevar su liderazgo a otro nivel.
El liderazgo transformacional es necesario para esta nueva época, en donde debemos liderar esa diversidad dentro de un mismo equipo. Algunas de las características que debemos desarrollar para ser un líder transformacional son:
Una conversación inteligente: En donde promovemos la cercanía y la comunicación positiva, buscando mejoras en conjunto sin buscar culpables.
Confianza: Se genera mostrando congruencia entre lo que se dice y las acciones diarias, así como con la cercanía hacia los colaboradores. Al generar esa confianza se logra un mayor compromiso de los colaboradores a cargo.
Motivación inspiradora: Transmitir de forma inspiradora la misión y visión para que cada uno esté motivado a seguirla y vivirla.
Estimulación intelectual: Promover el aprendizaje continuo y la transmisión de conocimiento entre los diferentes participantes del equipo. Es importante para lograrlo, entender las aptitudes que cada integrante puede llevar al conjunto y pedir que las desarrolle y transmita a los demás.
Escucha y empatía: Estas acciones son complementarias; debemos escuchar y ponernos en el lugar del otro para lograr un entendimiento profundo del colaborador. Así lograremos sacar el máximo ímpetu, motivándonos a través del motor principal de cada uno en lo individual.
Estas cualidades en el liderazgo de niveles intermedios y superiores en las organizaciones permiten maximizar el potencial de la diversidad en los equipos, lo que resulta en un desempeño superior y un ambiente laboral más positivo.
Por: Evelyn Solís, Coach socia Potenza – Desarrollando el Talento Humano