“Si estás en el negocio, estás en el negocio de los datos”
Por: Levent Asanoski, Emprendedor UFM Acton MBA
En la jungla empresarial, donde la competencia es feroz y las dificultades son constantes, he sido testigo de una verdad ineludible: el éxito no es el resultado de la casualidad, sino de la meticulosidad y la estrategia bien fundamentada. Durante mi trayectoria, me he encontrado con empresas que, a pesar de tener grandes ideas, se ven atrapadas en la trampa de la falta de fundamentos operativos. Una empresa que opera sin una base sólida está condenada a enfrentar desafíos que pueden resultar insuperables.
El crecimiento de una empresa no se trata únicamente de ejecutar una idea brillante. Se trata de establecer procesos bien definidos y de manejar datos precisos. “Si estás en el negocio, estás en el negocio de los datos”, es un mantra que repito a mis clientes. No recolectar datos es como navegar por un mar turbulento con los ojos vendados; el riesgo se multiplica y las decisiones se convierten en apuestas inciertas.
Existen emprendedores que se sumergen en el mundo empresarial por impulso, no por elección. Para ellos, lo que debía ser una aventura apasionante puede convertirse rápidamente en una tarea abrumadora. Muchos ignoran la importancia de plasmar sus ideas en papel y, más importante aún, de implementarlas en su día a día. Para transitar este camino de manera efectiva, la infraestructura de recolección de datos es imprescindible. Es este registro claro lo que permite crear instrucciones precisas y guía a los empleados hacia la satisfacción de las necesidades del cliente.
La recopilación de datos es el pilar que define el futuro de cualquier empresa en crecimiento. La información estratégica sobre clientes y ventas es tan crucial como el acto mismo de vender. Los emprendedores deben entender que esta información es su trampolín hacia mercados más amplios. Si aún confían en métodos manuales para recolectar datos, han llegado a un punto donde la modernización es no solo recomendable, sino esencial. Un simple registro de ventas, que incluya datos como producto, cantidad y cliente, es el primer paso hacia la automatización y la comprensión profunda de las operaciones.
Sin embargo, manejar esos datos no es suficiente. Dos conceptos han emergido en mi experiencia como esenciales: el Q-Data y el lenguaje de los datos. Q-Data, o datos de calidad, permite ver más allá de los números y entender las razones detrás de las tendencias. Por otro lado, el “lenguaje” de los datos se refiere a la necesidad de estandarizar cómo se almacenan y presentan. La inconsistencia puede provocar malentendidos y decisiones basadas en información errónea.
Una vez que los fundamentos están bien establecidos, se debe crear un marco que guíe a la empresa. Documentar procesos es clave para entender al cliente y gestionar la información dentro de la organización. El seguimiento de cada transacción y la forma en que se atiende a los clientes es donde comienza el verdadero aprendizaje organizacional. No se trata solo de vender, sino de entender cómo se generan esos ingresos, y cómo cada decisión influye en la rentabilidad.
La gestión de Recursos Humanos y la calidad operativa son pasos subsiguientes. Así como un barco necesita una brújula y un mapa, una empresa necesita definir su misión, visión y valores y asegurarse de que estos reflejan su forma de operar. Un sistema de gestión de calidad eficaz no necesita ser complejo; más bien, debe ser replicable y sostenible.
En conclusión, los procesos y la recolección de datos son la columna vertebral de cualquier negocio exitoso. Definir y comprender estos elementos son lo que diferenciará a una empresa que perdura de aquella que se rinde en el camino. Al final, detrás de las grandes historias de éxito empresarial hay una estructura sólida de procesos bien gestionados y un manejo eficaz de datos. Emprendedores, ¿están listos para elevar su negocio al siguiente nivel? La respuesta está en la data; es hora de dejar la improvisación atrás y poner en marcha principios que aseguren un crecimiento sostenible y duradero.