Poniendo límites

¿Qué pasaría si un día respondes “NO” a todas las solicitudes que te hagan?

¿Te sentirías mejor?, ¿alguien se enojaría contigo?, ¿todo seguiría igual?, ¿sentirías la misma carga? Y es que, decir “NO”, para algunas personas puede significar un reto extremo, incluso pueden llegar a sentirse culpables por no ceder a las peticiones de otros, poniendo como prioridad sus necesidades, haciéndose responsable de situaciones que no le corresponden, sin respetar sus propios deseos y dejándose para después.

Poner límites significa establecer una dinámica clara y saludable en las relaciones personales y laborales, para proteger nuestro bienestar en todos los aspectos. Crear líneas o fronteras, que no deben ser atravesadas, por lo que es importante comunicar de forma asertiva nuestros deseos.

¿De qué manera te beneficias al poner límites?

– Autoconocimiento: el autoconocimiento te facilita saber cuáles son tus deseos y necesidades, qué admites y cuáles son tus NO negociables.

– Autoestima: expresar lo que quieres y ser capaz de defenderlo refuerza la confianza y la autoestima.

– Control emocional: al comunicar lo que realmente deseas de forma asertiva, abierta y honesta, evitas la frustración, la incomodidad y el enojo, entre otros.

– Gestión del tiempo: priorizar te permite gestionar el tiempo de forma efectiva, cumpliendo con lo que necesitas, cuando lo necesitas.

– Reducir los niveles de estrés: decir “no”, puede salvarte de momentos incómodos e innecesarios, reduces significativamente tus niveles de estrés al liberarte de compromisos desagradables y responsabilidades que no te corresponden.

– Relaciones sanas: respetar tus límites y los de los demás, favorece que las relaciones sean sanas y estables.

Probablemente pienses que es mucho más fácil decirlo que ponerlo en práctica, sin embargo, nunca es tarde para priorizar lo importante, para hablar, para hacerte notar y para respetar tus necesidades sin temor al qué dirán, o al abandono.

¿De qué forma puedes empezar?

– Reconoce tus necesidades: saber qué te gusta y qué te disgusta es primordial para definir qué es inaceptable para ti en todas las áreas de tu vida.

– Libérate de la opinión ajena: aprende a amarte, aceptarte y valorarte; la opinión de otros no te define, tú sabes cuáles son tus sueños y prioridades, no vives para servir y agradar a otros.

– Comunícate de forma asertiva: aprende a expresar de forma asertiva tus intereses, que el respeto, la claridad y la empatía sean la base de tu comunicación. No es lo mismo decir: “váyanse todos de aquí” a “necesito estar un tiempo a solas, podrían retirarse un momento”.

– Sé consistente: actúa de acuerdo con tus deseos, en todas las circunstancias, si eres permisiva un día sí y otro no, perderás credibilidad y no te tomarán en serio.

– No te justifiques: aprende a decir “no” de una forma tranquila y firme, no tienes por qué dar explicaciones para justificar tu decisión.

– Comienza con pequeños límites: ponte a prueba, te darás cuenta de que poco a poco puedes ir expresando tus deseos, sin sentir culpa.

– Cree en ti: a pesar de las reacciones de otros, no dudes que, establecer límites es válido y saludable.

¿Te has preguntado qué puedes hacer para tener relaciones más respetuosas? Poner en práctica esta habilidad es la respuesta, a medida que vayas actuando conforme a tus deseos y permitiendo que la interacción con otros sea bajo el respeto y la aceptación, notarás que el beneficio es mutuo, que tus interacciones serán más positivas y que callar no es la solución.

Amarte, conocerte y aceptarte, permitirán que tu entorno cambie positivamente. Tú tienes el poder, no lo dejes en la voz de alguien más.

Lcda. Karen González, Psicóloga Clínica – CliniK Mente Psicología – Tel. 5525-0022 /4214-4380 – clinikmentepsicologia@gmail.com

Desbloqueando miedos, construyendo sueños.

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