Por: Licda. Viviana Rodas
En la actualidad escuchamos por diferentes vías la palabra empoderamiento, ya que es un tema que ha cobrado auge en la equidad de género, sin embargo, asociamos esta palabra a factores externos a nuestro entorno, por ejemplo: teniendo alta jerarquía laboral, un grado académico alto, estabilidad económica y reconocimiento social; claro, estos factores son importantes, pero un genuino empoderamiento es la forma en que nos vemos y tratamos a nosotras mismas, porque en efecto, el empoderamiento lo iniciamos desde nuestro ser, es ese poder que está inherente en nosotras y cómo lo potencializamos para tomar liderazgo y ser autoras de nuestras propias decisiones.
El empoderamiento no se logra de la noche a la mañana, o por arte de magia. Este se logra cuando una mujer se vuelve protagonista de su propia vida, generadora de su propia historia, cuando se pone a ella en primer lugar, cuando tiene el coraje y el deseo de sentirse bien con quien es, se acepta y es un reflejo positivo con todas las personas que la rodean, es allí cuando se permite comprender que tiene una luz propia y de ella depende si se apaga o brilla más fuerte, es cuando decide ser protagonista del cambio en todas las esferas de su vida.
Partiendo que el empoderamiento da inicio desde nuestro interior, es el momento de realizar un autoanálisis y trabajar en nuestra autoestima, para que puedas abrazarte y tener una relación más compasiva contigo misma. El mejorar tu amor propio, te ayudará a reconocer tus fortalezas y debilidades y buscar ventanas de oportunidades basadas en tu autoconocimiento y autoaceptación. Cuando tenemos un mapa completo de estas virtudes podremos esforzarnos y trabajar en la autorrealización para realizar un cambio positivo integral. Es momento de cambiar de chip y ver las gamas de opciones que la vida nos da, porque vinimos a esta tierra a ser felices y plenas. Evalúate y actúa, puedes buscar a un profesional en salud mental que te apoye para que tengas herramientas para fortalecer tu autoestima.
Busca trabajar e invertir en ti todos los días, avanza en tu crecimiento personal; esto nunca será un gasto sino una inversión que te permitirá obtener mejores oportunidades en la vida también fortalecerá tu criterio y podrás tomar tus propias decisiones. Haz un listado de lo que te gusta hacer, cuáles son tus virtudes y partiendo de ello busca de qué forma te puedes tecnificar o profesionalizar, esto te abrirá las puertas para la empleabilidad o emprendimiento para propiciar un empoderamiento económico. Según el Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadística –INE- en el año 2018, Las mujeres representamos el 51.5% de la población, sin embargo, la población que integra la Población Económicamente Activa corresponde al 70.1% a los hombres y el 29.9% a las mujeres ¿Interesante, no? Al ser económicamente activas contribuimos a disminuir la pobreza, violencia, brechas de género y mejorar la calidad de vida no solo nuestra, sino también de nuestras familias y de las comunidades, porque tendremos acceso diversos servicios.
Amiga date cuenta… de lo extraordinaria que eres.
Sé fiel a ti misma, nunca dudes de las cualidades que tienes y todo lo que puedes lograr, es necesario enfocarte, trabajarlo y buscar las oportunidades, nunca te limites a lo que terceras personas buscan o esperan de ti, tú tienes la capacidad de tomar tus propias decisiones, y el control de tu vida, ¡Es momento de actuar! Nunca es tarde cuando de nosotras se trata.
Lcda. Viviana Rodas, Trabajadora Social
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